La historia de un objeto que se ha convertido en algo más que eso.
Ibagué 26 Feb, 2023 | Fuente: El Olfato
Las campanas han tenido muchos significados, dependiendo del lugar o la fecha, pero para los pacientes más pequeños de Clinaltec en Ibagué ha representado la vida misma.
Y es que no es para menos, pues el toque de campana es el indicador de una guerra ganada y el rumbo a la libertad, literalmente.
“La campana es como el grito a la vida, eso es realmente lo que significa, teniendo en cuenta que estos son niños que están luchando por ella”, explicó la doctora Luz Elena Botero, médica intensivista pediátrica y líder de la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátrica de Clinaltec.
“Esta es la culminación de que salieron triunfantes y beneficiados por todo su esfuerzo a la vida. Entonces ese toque a la campana es como gritar: miren, aquí estoy, estoy vivo por mis esfuerzos y por el tratamiento que me ofreció el personal médico y paramédico”, añadió.
Es así como, según la doctora Botero, la campana también ha sido la esperanza y el punto final para otros pacientes oncológicos.
“Al verlos, los demás niños se motivan a que ellos piensen: me va a tocar a mí, va a llegar el momento en que yo voy a ser el que va a tocar la campana, dando el grito a la vida”, precisó.
El cáncer es una enfermedad cuya medicina no solo es la que recorre el cuerpo físico, sino una que también abrace el alma, como lo es la fuerza del amor.
“En Clinaltec tenemos todo un soporte muy complementario, tanto social como psicológico y médico, que hace que sea un manejo integral, porque no solo pensamos en tratar, sino en dar amor, cariño, una sonrisa, celebrar su cumpleaños y las fechas especiales”, señaló la doctora.
Hemos escuchado en diversas ocasiones que la unión hace la fuerza, y quizá el ejemplo más claro sea el tan anhelado momento de tocar la campana.
“El momento del toque de campana es muy especial, no solo para el paciente y sus familiares, sino realmente para todos aquellos que hemos tenido la fortuna de presenciar alguno. Es una mezcla de risas, lágrimas y orgullo”, contó otra funcionaria de la Clínica.